Historia de la filosofía

La tradición filosófica occidental tiene una historia de más de 2500 años, desde la Antigua Grecia hasta nuestros días. A lo largo de ese tiempo, hubo una enorme cantidad de filósofos y movimientos filosóficos, demasiado numerosos para ser mencionados aquí. Lo que sigue es una mera caracterización de los distintos períodos de la historia de la filosofía occidental, incluyendo una mención a las principales figuras y corrientes de cada época.Filosofía antigua

La filosofía antigua se inició en la Antigua Grecia en la Jonia hacia inicios del siglo VI a.C. y se prolongó hasta la decadencia del Imperio Romano en el siglo V d. C. Se la puede dividir en cuatro períodos: el de la filosofía presocrática, que va de Tales de Mileto hasta Sócrates, el de Platón, el de Aristóteles, y el período post-aristotélico o helenístico. A veces se distingue un quinto período que comprende a los filósofos cristianos y neoplatonistas. Los dos autores más importantes de la filosofía antigua, en términos de su influencia posterior, fueron Platón y Aristóteles.
El período de filosofía presocrática se caracterizó por una variedad de propuestas distintas sobre cómo entender el mundo y el lugar del hombre en él. A causa de los avances culturales y el intenso contacto con las culturas vecinas, las ciudades del mundo griego comenzaron a criticar a la tradicional concepción mitológica del mundo, y buscaron una concepción alternativa, natural y unificada. El pensamiento de estos primeros filósofos y científicos sólo nos llega a través de escritos fragmentarios y reportes de otros pensadores posteriores. Algunas de las personalidades más importantes fueron:
  • Los pensadores milesios, que intentaron explicar la naturaleza reduciéndola a un único principio originario y una materia primordial. Tales propuso que la materia fundamental de la cual todo se origina y todo está compuesto es el agua; Anaximandro asignó ese rol a una sustancia indefinible, lo ápeiron, y Anaxímenes al aire.
  • Pitágoras y la escuela pitagórica, para quienes los números eran el principio determinante de toda la realidad, adelantándose de esta manera a un importante principio de la ciencia moderna de la naturaleza.
  • Heráclito, quien resaltó el devenir y el cambio en el universo que señalan nuestros sentidos. Postuló como base de la realidad la razón (el logos), un principio unificador de los opuestos.
  • Parménides, quien postuló una ontología de la permanencia y no del cambio. Parménides señaló la unidad y la inmutabilidad del ser, dado que el cambio resulta imposible si no existe el no-ser (cuya imposibilidad es lógica).
  • Los filósofos pluralistas, para quienes no había una única materia primordial, sino varias. Empédocles fundó la doctrina de los cuatro elementos —el agua, el fuego, la tierra y el aire— que perdurará en la filosofía de la naturaleza hasta el siglo XVIII. Los atomistas, por otra parte, fueron los primeros en afirmar que el mundo está compuesto por átomos, y que todo lo que no son átomos es vacío. Las figuras más importantes de esta escuela fueron Leucipo y Demócrito.
Naturaleza y logos en la filosofía presocrática.-
Antes del s. VII a. C. nos encontramos el mito como forma de pensamiento en la antigua Grecia.
El mito puede ser definido como un conjunto de leyendas imaginativas y fantásticas que narran el origen del universo, la situación del hombre y el final de los tiempos en los que volverá a existir la felicidad perdida al comienzo de éstos; pero del mismo modo, el mito es una actitud intelectual en la que se produce una personificación de las fuerzas de la naturaleza, es decir, se dota de voluntad y personalidad a los elementos naturales. Así por ejemplo, en la mitología griega hay un Dios del mar, otro del Viento, ... Estos dioses actúan según su voluntad y capricho.
Hacia el s. VII a. C. se produce el nacimiento del pensamiento racional. Hay quién lo atribuye a la genialidad griega. Sin embargo, tuvieron lugar una serie de cambios sociales, económicos e ideológicos que motivaron este nacimiento.
  • CAMBIOS SOCIOECONÓMICOS.- La sociedad griega era en principio una sociedad aristocrática y guerrera, sociedad donde la nobleza poseía la tierra, dirigía los ejércitos, ... La economía estaba basada en la agricultura, existiendo el trueque como única forma económica de intercambio. Esta sociedad está regida por unos valores propios de una sociedad aristocrática como el linaje, el éxito y la fama. Alrededor del siglo VII a. C. se produce una revolución sin precedentes en el desarrollo de las técnicas de navegación, lo cual propicia que se desarrolle explosivamente el comercio. El poder económico es arrebatado a la nobleza por los comerciantes (sustituyéndose la aristocracia por la democracia), se reemplaza el trueque por el dinero y aparecen las primeras ciudades o polis.
  • CAMBIOS IDEOLÓGICOS.- La sociedad griega carecía de libros sagrados y de un sistema de enseñanza organizada, por lo cual es fácil de transformar ideológicamente. Hasta esa época cada tribu poseía su propia mitología diferente (e incluso se descubrieron nuevas mitologías a medida que se colonizaban nuevas ideas), que se intentaron unificar en una mitología general en libros como la Ilíada o la Odisea de Homero. Así se llegó a un escepticismo en la mentalidad popular, ya que si existían tantas mitologías diferentes es muy probable que todas fuesen falsas, creándose un vacío ideológico. Además, existe otro elemento que sólo aparece en la mitología griega: la idea de destino (fuerza superior a la voluntad de los hombres y de los dioses y que determina aquello que necesariamente tiene que ocurrir). El paso del mito al logos se produce, junto a todos los elementos que hemos visto anteriormente, cuando se convierte o transforma la idea de mito en la idea de necesidad lógica o ley natural.
Tanto la idea de destino como la idea de necesidad lógica constituyen la fuerza mayor de la naturaleza, ya que no pueden ser cambiadas por nada. Sin embargo, mientras que la idea de destino es algo incognoscible, la idea de ley natural es cognoscible. El pensamiento mítico está basado en lo aparente, cambiante y múltiple, mientras que el pensamiento racional está basado en lo que realmente son las cosas, la permanencia y la unidad.
DESTINO
(Incognoscible)
- Aparente
- Cambiante
- Múltiple
LEY NATURAL
(Cognoscible)
- Profundamente (ser)
- Permanente
- Unidad
Estas tres características -permanencia, esencia y unidad-, llamadas coordenadas lógicas, se obtienen mediante el empleo de la razón, despreciando el conocimiento sensorial que nos muestra la realidad como algo aparente, cambiante y múltiple.
Con los griegos aparece la idea de naturaleza (physis) a la que se puede atribuir 2 significados:
  • El conjunto de todas las cosas
  • La esencia de las cosas
Prácticamente todos los filósofos presocráticos coinciden en distinguir en la naturaleza las siguientes ideas:
  • Es un kosmos, un orden en oposición al caos
  • Es dinámica, cambiante, está en continuo movimiento
  • Presenta unos movimientos intrínsecos, una animación y leyes propias.
Como hemos dicho se intenta definir la naturaleza como algo permanente y único; se persiguen unas leyes o principios explicativos -a ser posible uno sólo pues la naturaleza es algo único- que explique dicha realidad. Ese será el gran problema al que se enfrentarán los filósofos griegos, ya que es preciso explicar una naturaleza dinámica, cambiante, a través de una ley que no puede estar sometida a dicho cambio, ha de ser inmutable, pues de lo contrario no la podríamos conocer. Este principio explicativo del universo, de toda la realidad, será el arché. Cuando se identifica el arche con un solo objeto estamos ante una filosofía monista; si además se explica todo se denomina panteísta.
La idea del arche comprende 3 aspectos:
  • Origen explicativo de la naturaleza, de donde se conforman todos los seres. Los griegos conciben el universo como algo eterno, y para explicar su origen se ha de recurrir a algo que prevalezca a través del movimiento: para unos será el aire, para otros el agua, ...
  • Sustrato, de lo que están compuestos todos los seres.
  • Causa, que explique el movimiento o cambio.
La primera escuela presocrática que nos encontramos es la de los milesios, sobre el s. VII a. C.; a ellos se debe las primeras identificaciones del arche. Distinguimos:
  • Tales de Mileto. Sostiene que el arche es el agua, que a través de distintos procesos de condensación y rarificación produce ola multiplicidad
  • Anaxímenes de Mileto. Identifica el arche con el aire.
  • Anaximandro de Mileto. Probablemente el menos convencido del carácter racional del conocimiento, identifica el arche con algo indeterminado, al que denomina apeiron, algo que no podemos entender o conocer.
Cronológicamente posterior, s. VI a. C., es la escuela de Pitágoras. Pitágoras, tras estudiar matemáticas en Egipto regresa a Grecia donde funda una escuela que, por su carácter esotérico y cerrado más bien puede considerarse como una secta.
Introducen las matemáticas como la estructura del universo. En un principio observaron que la realidad tiene un comportamiento matemático: se pueden medir fenómenos, se observan proporciones, ... Llegan a la conclusión de que el orden del Universo es matemático; y como todo lo matemático puede reducirse a números, llegaron a la conclusión de que el arche de las cosas son los números.
Según los pitagóricos los números aparecen en parejas, por lo que afirman que la naturaleza es algo dualista: noche-día, macho-hembra, ... Todo se organiza por parejas de la que destacan par-impar.
Finalmente asignan a cada cosa un número. Por ejemplo, al Universo, por considerarse perfecto, se le asigna el número 10, que para los griegos era el número más perfecto. Por eso el Universo habría de estar formado por una gran masa de fuego, que es el sol, rodeado por 9 planetas que giran en órbitas circulares.
Entre los siglos VI-V a. C. nos encontramos con la figura de Heráclito de Efeso. Parte del dinamismo y movimiento del Universo, movimiento que, sin embargo, según él, no nos lleva al caos, sino que está sometido a un orden, armonía o ley: la dialéctica. Esta es consecuencia del equilibrio que se produce entre la lucha de contrarios. La dialéctica es pues, según Heráclito, el arche explicativo del Universo, que representó mediante el fuego.
Parménides de Elea, coetáneo de Heráclito, sostiene, sin embargo, tesis contrarias a las de éste.
Partiendo de unas afirmaciones a primera vista evidente:
  • lo que es existe
  • lo que no es no existe,
llega sin embargo a unas conclusiones bastante peculiares:
  • el movimiento no existe, puesto que es el cambio de una cosa que es a otra que no es, o viceversa.
  • la diversidad no existe, porque si existiera más de un ser, uno no sería el otro y el otro no sería el primero.
El arche será por lo tanto un ser inmóvil y único; es pues, el único filósofo griego que niega el movimiento.
Sin embargo, hay que explicar un movimiento que parece evidente. Para ello Parménides dice que existen dos vías de conocimiento, la vía de los sentidos o la opinión (doxa) y la vía de la razón o la verdad (aletheida). Los sentidos nos engañan hasta el punto que nos parece que existe el cambio. Sin embrago, la razón nos puede demostrar que el movimiento es algo imposible.
Tuvo dos discípulos, Zenón de Elea y Melisso de Samos que demostraron racionalmente la imposibilidad del movimiento mediante aporías, razonamientos de los cuales si admitimos los fundamentos tenemos que admitir las conclusiones.
De la unidad no puede surgir la pluralidad, porque supondría el paso del ser al no ser. A partir de Parménides los filósofos adoptan el pluralismo, es decir, admiten una pluralidad de realidades que existen desde siempre y que por lo tanto son eternas.
El primer pluralista fue Anaxágoras (s. V a. C.), según el cual la realidad está formada por unas partículas que denominó homeomerías, que traducido literalmente significa todo está en todo y participa de todo.
Para explicar el cambio de estas partículas, el movimiento, nos habla de un nous o entendimiento universal: una realidad espiritual, divina, que imprime el movimiento a esta partículas provocando su mezcla y la creación de sucesivos y eternos mundos. Es un concepto muy importante, pues es la primera vez que aparece la idea de una realidad divina.
Sin embargo, una vez llegado a este punto no acierta a completar sus teorías: ¿creó esa realidad divina las partículas?, ¿es eterna?, ...
Recurre entonces a una segunda explicación mediante el éter, homeomerías especiales en eterno movimiento, que imprime éste movimiento a las restantes. Anaxagoras pues se debate entre el finalismo y el mecanicismo.
Demócrito de abdera (s. V a. C.), recibe su influencia de los planteamientos de Parménides: existe una única realidad en el Universo, pero esa realidad no tiene por que ser esférica. Para él los átomos o partículas que forman el Universo tienen multitud de formas y son eternos, múltiples desde la eternidad.
Para explicar el movimiento, Demócrito afirma que es precisamente el no ser, el hecho de que "el no ser no exista", lo que explica el movimiento. Expliquemos esta idea: el no ser significa la ausencia, el vacío, un vacío que sirve como campo de acción para que se produzca el movimiento, para que el átomo se dirija a éstas zonas y se combine. El movimiento no surge en un momento determinado, es eterno.
¿Existe algún orden, una realidad que le confiera una finalidad? No, según Demócrito el Universo no tiene finalidad externa ni está sometido a un Dios. Se define pues totalmente por el mecanicismo: para él los movimientos se producen al azar.
1.2 La autoexperiencia moral en Sócrates.-
Sobre la segunda mitad del s. V a. C. se empieza a producir en Grecia (sobre todo en Atenas) la llamada Ilustración Griega.
Nos encontramos con el siguiente contexto histórico-social:
De un lado nos encontramos Atenas, donde se desarrolla un proceso de democratización durante el poder de Solón, Terrístocles y, sobre todo, Pericles. esta democratización se fundamenta en 2 principios:
  • Isonomia, o igualdad de todos ante la ley.
  • Isogoría, o igualdad de todos ante las urnas.
Como órganos o instituciones de la vida democrática cabe distinguir el consejo de los 500, la Asamblea Popular y los Tribunales Populares.
Nos encontramos dentro de la sociedad con diferentes grupos:
  • Ciudadanos libres, constituyen en Atenas el 20%, con derecho al voto y al gobierno a través de alguna de las instituciones.
  • Metecos, otro 20%, libres pero sin derecho al voto.
  • Esclavos, el 60% restante, sin derecho a libertad ni voto.
En total constituyen unos 200.000 habitantes.
De otro lado, en Esparta se erige un sistema aristocrático, en constante pugna contra Atenas para la consecución de la hegemonía en la península helénica. En este sentido se libra la Guerra del Peloponeso, por la que Esparta logra la hegemonía e imponer el sistema aristócrata.
Dentro de este contexto surge la filosofía de los sofistas y Sócrates.
Sofistas significa literalmente sabios y era el título que se daban a sí mismo un conjunto de pensadores que florecen en la segunda mitad del s. V y que tienen en común 2 características:
  • Incluyen disciplinas humanísticas entre sus enseñanzas (retórica, derecho, moral, política, ...), útiles para el ejercicio del poder, puesto que sus enseñanzas estaban orientadas normalmente a hijos de comerciantes ricos.
  • Son los primeros profesionales de la enseñanza.
Nos encontramos ante 2 principios básicos en su filosofía:
  • Escepticismo (la verdad absoluta no existe) y relativismo (aunque la verdad exista, no podría ser conocida), cuyos principales representantes son Gorgias de Leontini y Protágoras de Abdera, respectivamente.
  • No validez del lenguaje o la palabra para llegar a la verdad.
     
Como causas de su aparición podemos destacar:
  • CAUSAS FILOSÓFICAS:
- La visión externa de la filosofía desde los Milesios les muestra un panorama desconcertante y contradictorio: el movimiento frente a la estaticidad, la unidad frente a la multiplicidad. Se llega a la idea de que lo más probable es que estas teorías sean falsas, y que una nueva teoría no tiene por que ser verdadera, conduciéndoles al escepticismo.
- Por una propia evolución interna de la filosofía presocrática. (Por ejemplo, las teorías de Demócrito llegan a puntos que no se pueden rebasar: no podemos predecir las combinaciones de los átomos, los cuerpos resultantes, ...)
  • CAUSAS POLÍTICAS Y SOCIALES: Comerciantes y mercaderes pagan mucho dinero para preparar a sus hijos para el ejercicio del poder.
Protágoras, sofista griego, en su escrito "Sobre la verdad" expresa su principio "El hombre es la medida de todas las cosas", aserción que lo sitúa en el origen del relativismo subjetivista manifestado también en su afirmación acerca de la imposibilidad de conseguir una verdad universal y absoluta para todos los hombres.
Los razonamientos de Gorgias, englobados en los llamados sofismas (razonamientos que parten de una idea y de su contraria, por lo que forzosamente han de ser verdaderos), le llevan a la conclusión de que la verdad no existe, pero que si existiera no podría ser comunicada por medio del lenguaje ya que este carece de validez para encontrar la verdad.
Según Gorgias, a partir de conceptos de Parménides, si una palabra es un ser, no puede representar a algo que no es ella misma, a un no ser. Así mismo, si es un no ser y representa a algo que no es ella misma no tiene valor de verdad. Por tanto, la palabra no puede llevar a la verdad, y como es el único instrumento que tiene el hombre para conseguirla, definitivamente no podemos llegar a la verdad.
Del mismo modo, si partimos del dinamismo de Heráclito, nos encontramos con que todo cambia continuamente, los significados varían y por tanto las palabras no tendrán valor de verdad.
Así Gorgias atribuye únicamente a la palabra un valor de convencer, de engañar, un valor puramente retórico.
Estos planteamientos engañosos, los sofismas, son los que se encuentra Sócrates, del que no tenemos ningún libro pero que conocemos a través de Platón, su discípulo en cuyos diálogos representa. Fundamenta su filosofía en la búsqueda de principios que guíen al hombre, fundando el intelectualismo moral, que influirá en toda la filosofía occidental.
A pesar de surgir en la época de los Sofistas presenta unos planteamientos distintos:
  • No cobraba por sus enseñanzas.
  • No le gustaba hacer largos discursos como los Sofistas, sino diálogos, ya que éstos admiten cuestiones, observaciones, ....
  • No cree en el escepticismo ni en el relativismo, sino que persigue el ya nombrado intelectualismo moral.
La obra de Sócrates se reduce a 2 aspectos:
  • Crítica al relativismo moral sofista. Para hacer frente al relativismo -la palabra no tiene valor de verdad-, Sócrates afirma que la palabra o el lenguaje no significa cosas concretas o determinadas, sino que se refieren a un concepto universal, no a cosas existentes. Es muy importante, pues es la primera vez que aparece el concepto de lo universal. Por tanto, la justicia, la virtud, ... no tienen sentido pleno al no reducirse la palabra a cosas concretas.
  • Creación del intelectualismo moral. Si ya había negado el escepticismo y el relativismo, Sócrates tiene que introducir una nueva forma de entender la verdad. Afirma que sin el conocimiento no existe la virtud: solamente el que sabe es justo. Como explicar entonces el hecho de que en ocasiones el ignorante actúe rectamente, con justicia, mientras que el sabio no. Para Sócrates existen 2 tipos de conocimiento:

De estas formas de conocimiento Sócrates sostiene que la más importante que tiene el hombre es la Poiesis, ya que le permite producir, crear.
La felicidad para Sócrates surge cuando podemos realizar la virtud, la justicia, y para alcanzarla necesitamos conocerla.
El método Socrático para llegar al conocimiento es la mayéutica, arte de alumbrar espíritus. Distinguimos:
  1. IRONÍA. Mediante una serie de preguntas confunde al interlocutor, le lleva a la contradicción y le conduce a aceptar su ignorancia. ("Sólo sé que no sé nada")
  2. Después de aceptada su ignorancia, hace descubrir al interlocutor las verdades que lleva en sí. Les insta para que piensen y generen los conceptos morales universales, y, por tanto, válidos para todos.
1.3 Platón
1.3.1 Naturaleza del alma y su relación con el cuerpo
Platón fue un gran discípulo de Sócrates que crea su escuela en Atenas y que fue a su vez maestro de otros grandes filósofos como Aristóteles.
Su obra más importante son los diálogos, entre los que destacan: Fedon (inmortalidad del alma), Timeo (Generación del Universo), República (Teoría de las Ideas), Sofista, Gorgias, ... La enseñanza mediante diálogos la copia de su maestro Sócrates, y es a través de dicho personaje donde generalmente expone sus ideas.
Como hemos dicho es en el Fedon donde Platón expone sus ideas sobre el alma. Todos los filósofos griegos admiten la existencia del alma, aunque hay fundamentalmente 2 planteamientos:
  • El alma como principio de vida. De esto se desprendería que: todos los seres vivos tienen alma, perece al morir los seres y que está unida substancialmente o naturalmente al cuerpo.
  • El alma como principio de conocimiento. Por el contrario, si atendemos a esta postura, el alma sería propia únicamente del hombre, eterna o inmortal y unida accidentalmente o de manera antinatural con el cuerpo.
De estas 2 concepciones Platón elige la 2ª.
Para Platón existen 2 ámbitos:
  • Mundo o ámbito físico ("aiszetos on"): Mutable, perecedero, engañoso, falso, ...
  • Mundo o ámbito de las ideas ("ontos on"): Lo realmente "real", inmutable, eterno, simple...
De acuerdo con estas nociones el alma pertenece al muno de las ideas mientras que el cuerpo pertenece el ámbito físico.
Platón está influido en el concepto de transmigración de las almas de los Pitagóricos, para los que el alma es algo que al morir el cuerpo se transmite a otro ser. Según Platón las almas pertenecieron al ámbito de las ideas donde estuvieron en contacto con ésta (en mayor o menor medida, de ahí que haya una jerarquía de almas: las almas más virtuosas fueron las que estuvieron más en contacto con las ideas superiores de virtud, justicia, ...). En un momento dado estas almas se unen con un cuerpo para purificarse de una forma temporal; a través de la información de los sentidos que el cuerpo le suministra de la realidad física, burda imitación del de las ideas, el alma "recuerda" estas ideas: es la anamnesis o teoría del recuerdo.
Para Platón existen en el hombre 3 almas, o tres partes de una misma alma (nunca lo dejó claro), que son:
  • Alma racional (razón). Destinada al conocimiento de las ideas. Es la superior, y, parece que quiso decir, aunque tampoco está claro, que es la única inmortal. Le dio una localización física en la cabeza y una virtud, la prudencia.
  • Alma irascible (fortaleza). Voluntad, fortaleza o ánimo del hombre para superar los problemas y alcanzar las finalidades. Según Platón está situada en el pecho y tiene la virtud de la fortaleza.
  • Alma concuspicible (apetito). Es la más baja del hombre. Está constituida por sus deseos y necesidades básicas. Está situada en el vientre y tiene la virtud de la templanza.
Gracias a estas 3 virtudes se controla el cuerpo, y a la vez el alma racional controla las otras 2.
Platón representó estas almas en el mito de Fedro como un auriga (el alma racional) tirado por 2 caballos, uno blanco noble, dócil y fuerte (alma irascible) y otro negro, rebelde, perturbador, insurrecto, ... (alma concupiscible).
1.3.2 Conocimiento y realidad.-
Platón representa la vuelta a la preocupación por una explicación racional de la naturaleza que, desde los presocráticos durante 50 años (con el escepticismo y relativismo de los sofistas y Sócrates), había estado abandonada. Así, replantea cuestiones de filósofos presocráticos, sobre todo de Demócrito y Anaxágoras.
Demócrito afirmaba que eran las combinaciones al azar, en desorden, de las homeomerías lo que daba lugar a un Universo en orden; dichas combinaciones eran imprevisibles y no las podemos conocer. Platón ve en esto una traición al ideal griego de verdad y elabora una teoría según la cual el orden del Universo no puede surgir del desorden y en la que critica a Demócrito por considerar que el Universo no se puede conocer.
El primer elemento que conforma la teoría platónica de la realidad es el Demiurgo: inteligencia ordenadora del Universo, al que le da estructura y una finalidad. De esta palabra surgirá la idea de demonio al que la filosofía cristiana añade connotaciones malignas; proviene de la idea de Nous de Anaxágoras.
El segundo elemento, recogido de Demócrito, es la idea de espacio o chora: la materia caótica y desordenada, eterna, dinámica con movimiento desordenado desde siempre. En esto se diferencia de Anaxágoras porque este afirmaba que las homeomerías en principio forman un orden al que el Nous imprime movimiento.
El demiurgo tiene que tener algo del que copiar o plasmar en el mundo físico: las ideas, entidades de existencia real, inmutables, eternas, simples y verdaderas; son originales de Platón, aunque influido en parte por Sócrates. están jerarquizadas y en la cúspide encontramos la idea de uno-bien-belleza.
Las coordenadas lógicas para la explicación de la realidad -permanencia, esencia y unidad-, tan ansiosamente buscadas por los griegos, quedan claramente identificadas por Platón con las ideas, conocidas por medio de la razón.
Del mismo modo, el espacio caótico y dinámico se identifica con lo aparente, cambiante y múltiple, conocido por el medio de los sentidos.
El conocimiento mediante los sentidos y la razón son heterogéneos, es decir, tienen características y origen diferentes, y mientras que los sentidos nos conducen al error, la razón nos lleva a la verdad. Platón recoge estos planteamientos de Parménides (de sus ideas de doxa y aletheida)
Los sentidos nos suministran información del mundo físico que, mediante la anamnesis, revive del alma la contemplación de las ideas. El mundo de las ideas es muy difícil de conocer y el hombre sólo participa de él en cierta medida. El conocimiento de las ideas, según Platón, requiere de estos pasos:
  1. Conocimiento de las matemáticas.
  2. Si se posee dicho conocimiento se produce la ascensión dialéctica, proceso mediante el cual vamos avanzando por la jerarquía de ideas, llegando cada vez a ideas más superiores que van englobando las anteriores; en la cúspide de esta pirámide esta la idea de uno-bien-belleza. Esto sólo pueden conseguirlo los sabios, filósofos, ..., que han de ser según Platón los gobernantes.
En el momento en el que el hombre alcance esta cúspide, se producirá la iluminación, es decir, todas las ideas participaran de la idea uno-bien-belleza.
Se hace más compleja la estructura del Universo. Si para los filósofos presocráticos el arche era origen, sustrato y causa, para Platón:
  • el origen son las ideas.
  • el sustrato es el espacio
  • las causas son:
- la causa eficiente o agente es el demiurgo
- la causa material es el espacio
- la causa final son las ideas
- la causa ejemplar son también las ideas.
1.3.3. Ética y Política.-
Platón, al igual que su maestro Sócrates, hace frente al relativismo moral sofista: afirma que la justicia sí puede ser definida pues existe por sí misma al ser una idea más. Para Platón la justicia consiste en el perfecto ordenamiento de las 3 almas, es decir, cuando cada una desarrolla las virtudes que le son propias:
  • el alma racional, la prudencia
  • el alma concupiscible, la templanza
  • el alma irascible, la fortaleza
Cuando esto ocurre, se llega a la felicidad a través de la virtud.
Los fundamentos del pensamiento político de Platón aparecen reflejados en un modelo de sociedad utópica en su diálogo la República. Sus 2 principios básicos son los siguientes:
  • Correlación estructural entre el alma y el Estado. O sea, para Platón la estructura del Estado se ha de corresponder con la estructura del alma. De este modo distingue en todo Estado 3 clases:
- Los gobernantes, identificados con el alma racional.
- Los guardianes auxiliares encargados de la defensa del Estado, correspondientes al alma irascible.
- Los productores, en relación con el alma concupiscible.
  • Organización funcional. Cada uno de los anteriores grupos sociales a de tener su función y desarrollar una virtud que se corresponderá con la parte del alma con la que la hemos relacionado. Así:
- los productores tendrán que tener templanza o moderación
- los guardianes auxiliares, fortaleza.
- los gobernantes, prudencia.
Las causas de que dichos grupos sociales han de atender a su función y virtud específicas son:
- una simple razón de carácter práctico: si cada uno se dedica a aquello para lo que ha sido preparado obtendremos mejores resultados.
- una razón de carácter teórico: solo existirá la armonía cuando las funciones estén bien determinadas.
Por consiguiente, la justicia social consiste en la realización de las funciones propias de cada grupo y que cada grupo social sea consecuente con la virtud que le es propia.
Dado que la prudencia proviene del conocimiento se pueden obtener 2 conclusiones:
  • los gobernantes han de ser los sabios, porque la justicia se desprende, como las demás ideas, de la idea de bien, que sólo puede ser alcanzada por aquellos que hayan realizado una ascensión a las ideas superiores.
  • cuando el sabio llegue al poder hay que abolir las leyes, porque éste en cualquier momento tomará las determinaciones adecuadas al conocer realmente el concepto de justicia.
En cuanto a una posible finalidad del Estado, para Platón esta consiste en educar a los ciudadanos en la justicia y la virtud, con lo que conseguirán la felicidad.
Así, diseña un sistema educativo en el que distingue 2 etapas:
  • Una educación obligatoria, común a todos que alcanzaría más o menos hasta los 20 años. Esta comprendería la música (para permitir el control del hombre sobre las partes inferiores del alma) y la gimnasia (para el control del cuerpo)
  • Una segunda etapa destinada sólo a los futuros gobernantes (de los 20 a los 35 años), a la que se accedería por sorteo. Constaría de 2 fases: una primera de aprendizaje de las matemáticas, y una segunda, la dialéctica o conocimiento de las ideas superiores.







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Plantea la igualdad absoluta entre hombres y mujeres para acceder a cualquier posición social. Afirma además que la clase de los gobernantes y de los guardianes auxiliares no podían tener propiedad privada ni familia, para evitar que el egoísmo y la ambición los convirtiera en tiranos.
Platón posteriormente renuncia a una parte de estos planteamientos utópicos en diálogos como Las Leyes o Político. Así afirma que es muy difícil obtener sabios de esta forma (por sorteo) y, por consiguiente, es muy difícil encontrar quién gobierne las polis; de ahí deduce la necesidad de mantener las leyes. No obstante, mantuvo siempre la afirmación de que debe ser la razón la que gobierne y que